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Escrito por: P.Argenter Leído 16.417 veces.La gran mayoría de los cántabros conocen la historia de Antonio López López y su amor por el pueblo de Comillas. Fue el Fundador de la Compañía Transatlántica, del Banco Hispano Colonial, de la Compañía General de Tabacos de Filipinas, entre otras compañías.
Gracias a él, Comillas tiene tres de los proyectos arquitectónicos más bonitos de España realizados por arquitectos y artistas catalanes, como Martorell o Antonio Gaudí, que son el palacio de los marqueses de Comillas (creado para ser la residencia familiar de Antonio López López,) su famoso “Capricho” (una casita para jugar las hijas del marqués) y el magnífico seminario para sacerdotes, conocido como “La Universidad Pontificia de Comillas”.
Antonio López de Piélago y López. (*Comillas 13 de abril de 1817- Barcelona 1883)
De familia humilde del pueblo de Comillas, se quedó huérfano de padre siendo aún un bebé. Su madre tuvo que hacer frente a la crianza de sus hijos sin ayuda, por lo que pronto, les buscará trabajos para ayudar a la economía familiar. Con solo diez años abandonó Cantabria y se marchó a Andalucía para trabajar junto a unos familiares en las costas españolas del sur, trabajando incluso en Sevilla como dependiente de una tienda.
En 1831 volvió de Andalucía y se volvió a instalar en la casa de su madre. Allí veía como algunos paisanos suyos iban a viajar en barco hacia América, en busca de una vida mejor. Cuando aún era un adolescente, decidió embarcarse con ellos, entre los cuales se encontraba Fernández de Castro, que no dejaba de contarle maravillas del nuevo mundo y de la isla de Cuba, el lugar a donde se iban. En los próximos diez años, Antonio López quiso ahorrar para fundar un negocio, trabajando en todo tipo de oficios. Años más tarde, volvió a Cantabria y junto a dos amigos flotaron un barco para transportar harina hasta Cuba; en esta isla, Antonio empezará un negocio muy afortunado, con la venta de ropa, de enseres, de alimentos y otros productos en una tienda que montó. Ya, cuando era un adolescente, soñaba con tener su propio negocio y hacerse rico. En esta isla, decidirá invertir en diversas empresas de las Indias (América Latina). Por aquel entonces, conectó con diversos hombres de negocios cubanos para empezar a construir su propio imperio. Uno de sus primeros socios fue el conocido empresario cubano Valdés, pero las negociaciones al principio no llegaban a buen puerto. Viendo que la producción no respondía, decidió unirse a un comerciante muy adinerado, de origen catalán llamado Andreu Bru Punyet, que llevaba bastantes años establecido en la isla cubana. Gracias a sus relaciones de negocios, conoció a su futura esposa, la hija de su nuevo socio, Luisa Bru Lassús, con la que se casaría en 1847. De este matrimonio, quiso mejorar económicamente y darse una oportunidad para llegar a alcanzar fortuna y una nueva situación social.
Con el tiempo, volvería a trasladarse a vivir a España, instalándose primero en Barcelona junto la familia Bru. Sus inquietudes y motivaciones le harían viajar constantemente a Cuba donde sigue manteniendo unos excelentes negocios, sobre todo con su anterior socio, Valdés. Con él fundarán la compañía Valdés-López, el cual le hará prosperar considerablemente. No tardaría en hacer socio a su propio suegro y a su cuñado y así ampliar la fortuna familiar de los Bru. Hacia 1850 junto a Valdés entrará en el negocio fraudulento de trato de esclavos africanos en América, y comprará unos terrenos de labranza para explotarlos. Tres años después, la epidemia de cólera en la isla de Cuba hace que la familia de López Bru vuelva a España, estableciéndose en Barcelona, lugar donde nació su último hijo, Claudio.
En Barcelona, Antonio López se dedicará a la subasta pública de embarcaciones de correo en la que operaban entre España y Cuba. Comprará barcos en los Países Bajos y funda su primera naviera, “La Transatlántica”. Ya entonces, Antonio López es propietario o copropietario de tres sociedades: Antonio López López, Valdés y López y López y hermano.
Ante los problemas políticos que se avecinan en las colonias españolas de América en 1860, el gobierno español contactó con Antonio López, uniendo esfuerzos en un acuerdo en la que España contrataría las embarcaciones de las compañías de López para transportar soldados españoles y llevarlos a Cuba.
En 1876 López probó fortuna con la fundación de un banco, y nacerá el Banco Hispano Colonial. Seis años antes ya había adquirido muchas acciones del Banco de Crédito Mercantil de Cataluña. En la década de los setenta, el gobierno español le pediría financiación para las diversas guerras que tenía en las colonias de América, principalmente en Cuba, a lo que López nunca se negó. Colaboró en todo lo que el gobierno español necesitara. Gracias a su disposición económica, el rey Alfonso XII le otorgó la condecoración de la Cruz de Isabel la Católica. Posteriormente, en 1878, Alfonso XIII le otorgaría el titulo de marqués de Comillas, en honor a su pueblo natal. Por entonces, establecería negocios con la minería asturiana y con la tabaquera filipina, como dos de sus últimos negocios conocidos.
En septiembre de 1878 un padre jesuita, Tomás Gómez Carral, le propuso a López construir en su pueblo natal, el nuevo seminario de pobres. El proyecto le entusiasmó y contactó con el conocido arquitecto catalán, Joan Martorell Montells (1833-1906), maestro de Antonio Gaudí, a quien conocería en Barcelona y conocido por su gran trayectoria. Para inaugurar la nueva capilla, Antonio López invitaría al rey Alfonso XII en 1881, que se encontraba en Santander, para ser el padrino de la obra, para ello invitó al monarca pasar unos días en su pueblo. La corte del rey que siempre le acompañaba a todos los sitios, fueron repartidos en diferentes casonas de Comillas. En esta visita, López quiso contarle al rey sus proyectos, como la proyección de su palacio y la construcción del seminario en su pueblo. Alfonso XII prometió a López volverle a visitar más adelante y a lo que López le correspondió con: “¿Por qué no venís a pasar los veranos a Santander y venís a Comillas?”. Pero...ahí quedó todo y el rey no volvió a Comillas.
Antonio López murió en Barcelona en 1883. En mayo de ese mismo año, se colocó la primera piedra del seminario, el cual, nunca pudo ver acabado. Su hijo pequeño, Claudio López de Piélago y Bru, segundo marqués de Comillas, heredó todos sus negocios y todo el patrimonio. Éste quiso seguir con todos los proyectos arquitectónicos de su padre en Comillas. En 1888 se acabaron las obras del palacio de Sobrellano. En 1891 logaría que el seminario fuera conocido como Seminario Pontificio de Comillas gracias a la aprobación del papa León XIII. Claudio López de Piélago morirá en 1925 en la ciudad de Madrid.
El palacio del marqués, “Sobrellano” (1882-1888), de estilo neoclásico, fue proyectado y construido por Martorell. La pintura corrió a cargo de los artistas catalanes, Eduard Llorents y Joan Roig. El mobiliario era obra de Cascante y Camilo Oliveras.
En cambio, la casita de muñecas para las hijas de López, más conocida como “El Capricho” la construyó Antonio Gaudí en 1883. La obra denota el gusto y el diseño de Antonio Gaudí. La idea de López era una casa como las de lo cuentos, con muchas habitaciones y rincones, para llenarlo de niños y de muchos amigos. Aprovechó la finca muy extensa sobre una pequeña colina, con muchos de los viejos y enormes árboles para crear su propio paraíso.
A un lateral del palacio, la capilla-panteón, de gusto muy inglés de estilo neoclásico. Las puertas de hierro forjado y bronce, tanto el de la capilla como de la casa, que denotan un gran trabajo artesanal. Son puertas muy pesadas con muchos relieves, con figuras de mujeres, con alegorías a la naturaleza y otros dibujos.
La capilla fue condicionada para ser el panteón de los descendientes de Antonio López.
(Foto de la residencia y capilla de López en un día de otoño)
Seminario Mayor de Comillas, obra de Martorell, Cascante y Domenech y subvencionado por López, primer marqués de Comillas. Colegio de Jesuitas.
La Universidad-Seminario de Comillas cerró sus puertas hacia la década de los 60 trasladando su sede universitaria a Madrid.
En la actualidad: Se anunció en verano de 2007 que tras la convocación a concurso de la reforma total del seminario mayor de Comillas y campus, el consejo de administración del Campus “Universidad Pontificia de Comillas” dio resolución de que dos de los proyectos ganadores del concurso, el de Eduardo Fernández y el de Pesquera Ularqui unirían sus esfuerzos para trabajar juntos en su rehabilitación. Aprobado también el proyecto de rehabilitación de anexos por Ruiz Moncaleán. El coste de las obras para su rehabilitación llegan a 61.2 millones de euros.
Nota: Se llegó a decir en Comillas que un grupo de japoneses habían comprado el palacio de Sobrellano e incluso El Capricho. También se dijo que el Gobierno Cántabro había comprado el seminario para otros menesteres
Para conocer más:
http://www.filosofia.org/ave/001/a175.htm
http://es.wikipedia.org/wiki/Universidad_Pontificia_de_Comillas
http://www.upcomillas.es/ (Universidad en Madrid)
http://www.es.wikipedia.org/wiki/Palacio_de_Sobrellano
http://grupos.unican.es/arte/Lugares/Comillas/Sobrella/Default.htm
http://www.comillas.es/ficha_visita.asp?id=3 (Web ayuntamiento de Comillas)
http://www.comillas.es/comillas.asp
Horario de visita del Complejo Sobrellano:
De 2 de octubre hasta 30 de junio: 10.30 h-14.00 h / 16.00 h- 19.00 h
De miércoles a domingos. Lunes y martes cerrado
De 9 de septiembre a 30 de septiembre: de 10.00 h-14.00 h / 16.00 h – 19.00 h.
Precio de la visita: Ronda los 3€.
Tel. para visitas e información: (942) 72.03.39
Artículo dedicado a los todos los cántabros, en especial a los comillenses; a Carlos Belmonte Cifuentes (+) que trabajó muchos años en la Universidad de Comillas en los años 50 y 60 y también a doña Concha López Pérez (+), natural de Esponzúes, ama de llaves del palacio de Sobrellano en la década de los años 50.
Especial agradecimiento a Elena por su información sobre Sobrellano.
Artículo corregido en diciembre del 2008
Escrito por: P.Argenter Leído 16.417 veces.